Si quiere ver esta ponencia con láminas, favor de copiar este link en su ventana de internet:
http://issuu.com/acadomgenher/docs/ruiz_de_pardo__carmen_-_francisco_m
XVIII Reunión Americana de
Genealogía
VIII Congreso Iberoamericano
de las Ciencias
Genealogía y Heráldica
CONFERENCIA
IBEROAMERICANA
DE
GENEALOGIA
Familias
que Cruzaron Fronteras:
PONENCIA:
Don
Francisco Mariano Miranda y Vengoa,
Un
Militar Ilustrado y Poeta.
Carmen Ruiz de Pardo
INSTITUTO PERUANO DE
INVESTIGACIONES GENEALOGICAS
Brigham Young University,
UTAH,
ESTADOS UNIDOS
Setiembre
9 – 14 2013
FRANCISCO MARIANO MIRANDA Y VENGOA
Francisco Mariano Miranda y Vengoa nace en 1801 en la
ciudad de Cádiz, España[1].
Fue el mayor de tres hijos varones del
segundo matrimonio de don Francisco
Miranda Pablo y María del Rosario Martínez de Bengoa Verdún, casados en España
en 1798.[2];
sus dos hermanos fueron Francisco y Alejandro[3].
Su padre Francisco de Miranda, natural de la ciudad de Cádiz. Contador
general del ramo de la Real Hacienda y Sargento Mayor del Real Cuerpo de
las Milicias Urbanas de Cádiz, tuvo una destacada actuación de servicios en la
administración pública y se especializó en diversas industrias; en Sevilla
trabajó en textiles y en curtiduría,
pasando luego a la especialidad de tabaco que lo llevará finalmente a un
puesto en Indias; se inicia en las
provincias de Cuba como Inspector en Matanzas, y finalmente en el Detalle de la
Visita general de los partidos de
Sotavento y la Habana[4]. Después de 28 años al servicio de la Administración Pública fallece en Cádiz en 1818, dejándole a su
viuda un montepío, para que sus hijos puedan terminar su instrucción en el
Ejército.
Su madre, doña
María del Rosario Martínez de Bengoa Verdún, natural de los reinos de Castilla la vieja, fue hija legítima de don Alejandro Martines de Vengoa, y de doña María de Belén Berdún Chasín de
Granada, ambos oriundos de los Reinos de Andalucía.
Cuando Francisco Mariano tiene ocho años de edad,
sus padres viajaron a Cuba dejándole a él y a su hermano Alejandro inscritos
desde 1810 como Cadetes de gracia
concedida por la Junta Suprema de Sevilla en el Regimiento Voluntario de
Caballería de Sevilla y aprobada por la Regencia Real, al mando del Coronel
Marqués de Albertor[5]. En este
trámite presentó una probada y acreditada nobleza hasta el cuarto abolengo.
Aquí permanecería hasta el fallecimiento de su padre en 1818.
Debido a la amistad de
la familia Miranda-Martínez y Vengoa con el General Juan de la Cruz Mourgeón,
militar español, de brillante hoja de servicios a la Corona, doña María del
Rosario, lo inscribe para que se aliste como voluntario en la expedición de este general a América.
En 1819 el General
Juan Mourgeón, organiza en España una expedición, para participar en
las llamadas guerras de insurrección y defender la monarquía en América. Su
llegada fue por Buenos Aires, cruzando el Atlántico y luego directamente a
Bogotá. De ahí desembarca en Atacames con una fuerza de 800 hombres bien
apertrechados, acompañado con Miranda y Vengoa a las últimas batallas
de Ecuador en 1821. El general Mourgeón
es nombrado capitán general y presidente de la Audiencia de Quito y ejerce como último virrey.
Desde la partida de la expedición, doña María del Rosario, escribe
incesantes cartas a la Comandancia general del Ejército Realista en España,
solicitando un nombramiento para su hijo que "se embarcó para América en calidad de voluntario acompañando al Gral.
Juan de la Cruz Mourgeon". Finalmente, en octubre de 1821, Miranda y
Vengoa es nombrado Alférez –
Teniente, según consta en su foja de
servicios. Pero el General Juan de la Cruz Mourgeón fallece en Quito en abril
de 1822, Miranda queda en el ejército realista de Quito y participa en
las últimas batallas por la independencia. Entre ellas las más famosa fueron el choque de caballerías de
Riobamba y la batalla de Pichincha, comandadas por la gran estrategia del general
Sucre.
Miranda y Vengoa escribe
poemas y cartas de apoyo al gobierno realista del Virrey La Serna, publicadas
en el periódico El Depositario, fue
testigo de la entrada de Bolívar a Quito
vehemente defensor de la causa realista. Francisco Miranda y Vengoa fuga
de las luchas bolivarianas en la Gran Colombia y finalmente llega al Cuzco,
después de veintiocho meses trashumante en América según manifiesta en uno de
sus poemas[6]. Ahí se incorpora al ejército realista con el cargo de
Teniente-Capitán. En 1824 el ejército
realista se presenta a la Batalla de
Ayacucho bajo el mando del Virrey La Serna; Francisco, cae prisionero era Capitán del
batallón Fernando VII a cargo del Mariscal Alejandro Villalobos De acuerdo a las estipulaciones de la Capitulación
de Ayacucho cualquier individuo del
ejército español: será admitido en el Perú en su propio empleo, no será
incomodados por sus opiniones anteriores, sus bienes serán respetados y serán
admitidos en Lima o Cuzco
sí hubiera contraído matrimonio
previo ahí. De ahí la certeza de su matrimonio en Cuzco, pues don Francisco
Miranda y Vengoa se establece en esta última ciudad.
El Cuzco con su
Real Audiencia instalada en 1789 y luego
en 1822 convertido en sede del gobierno Virreinal, requirió de una mayor presencia de personal
profesional letrado. Don Francisco ve en la carrera de abogado una buena
oportunidad para quedarse y trabajar en el Perú; estudia abogacía en la
Universidad San Antonio Abad y luego
obtendría el grado de Doctor en Jurisprudencia de la Universidad de Arequipa.
Desde 1830 figura en las planillas de profesionales de este ramo, inclusive en
la Corte Superior de Lima como Abogado adjunto al Fiscal y Matriculado el 10 de
Julio de 1830; también figura entre los Abogados Seculares adscritos a la
Corte Superior de Justicia de los Departamentos de Cuzco y Ayacucho[7].
En los libros de Protocolos Notariales del Archivo Histórico del Cuzco del
siglo XIX figura tanto como
representante legal o como testigo.
Es nombrado Apoderado Fiscal
en Quispicanches en enero de
1847; además obtiene su Matrícula de Abogado de la República.[8]
En 1847, Miranda y
Vengoa sufrió un accidente probablemente de caballo, pues era muy aficionado a
la equitación. (En las batallas de Independencia había pertenecido al arma de
caballería). Este accidente lo dejó postrado en cama casi un año. En estas condiciones dicta al Notario Julián
Tupayachi su testamento[9]
donde reconoce: su matrimonio, sus hijas, y el no haber aportado bienes al
matrimonio sino una casa, regalo de su
suegra doña Tadea de la Cámara. Dio además informaciones sobre su pasado y su
actuación como abogado libre en el Cuzco.
Ya restablecida su salud, el 10
de Noviembre de 1848[10] reabre su estudio de abogado en su domicilio, de la calle Procuradores,
dedicándose por un tiempo a sus defensas como abogado. Ha estudiado además
los inicios de medicina sin terminarlos[11] en su letrilla ”Hidropathía” hace referencia al “Oleum Serpentorum” que es un libro de medicina casera referente a
tratamientos y botica, editado en el Cuzco
en 1829. Su nieto don Francisco
Ibérico menciona que también era conocido por sus curaciones como médico.
Don Francisco de
Miranda y Vengoa casó en el Cuzco con doña Josefa
Piérola de la Cámara, en 1823; hija
del coronel don Fermín de Piérola,
oriundo de Navarra, militar español, Regidor
del Cabildo del
Cuzco. La madre de doña Josefa fue doña Tadea de la Cámara y Mollinedo (1781-1858),
relacionada con la más rancia sociedad cuzqueña. Por el lado de Mollinedo es sobrina tataranieta del famoso Obispo del
Cuzco don Manuel de Mollinedo y Angulo. Doña Tadea fue considerada por el
Libertador Bolívar como "insigne educadora" y por decreto oficial le
encarga la organización del Colegio de Educandas del Cuzco, del cual fue su
primera Rectora. (28. Feb. 1827).
El matrimonio
Miranda- Piérola tuvo tres hijas mujeres:
-
María Cristina Miranda y Piérola, casa con el Teniente Coronel Gabino
Iberico ; dentro de sus descendientes se encuentra el escritor Francisco Iberico Miranda, quien en su
libro Miscelánea Cuzquense dedica dos
capítulos a su abuelo materno, en los que relata en forma de
tradiciones, historias del Cuzco que incluyen letrillas de Miranda y Vengoa.
También hace mención de la genealogía de
los Piérola, y la relaciona con el Presidente Nicolás de Piérola.
-
Fidelia Miranda y Piérola, se casa con Antonio Galiano el 16 de Mayo de 1869, hacendado de Anta, Cuzco,
hijo de Lino Galiano y de Manuela
Velarde.
-
María Amalia Miranda y Piérola (1829-1854) , se casa el 16 de enero de 1845, con Juan Manuel Campero y Ugarte
(1807-1872) Mayorazgo cuzqueño, Doctor de la Corte de Justicia del Cuzco y
participe de muchas de las historias orales de la familia, hijo legitimo de Mariano Campero Ugarte, Alférez Real
del Cuzco y Coronel de las Fuerzas del General Goyeneche, y de Gabriela de Ugarte y Jara (1782-1844)
familia vinculada a la descendencia del Inca Huayna Cápac (1460-1526). Hijas de estos fueron: Ana Maria Campero Miranda, casada con Jose Alisedo; Manuela Campero (sin sucesión); y Victoria Campero Miranda (1850-1942)
casada con Manuel Bernabé Pardo Naldo (1835-1914).
Todos estos
matrimonios dieron origen a distinguidas familias cuzqueñas. En la actualidad
son varias las familias a nivel tataranietos del poeta Miranda y Vengoa: Salas Pardo, Pardo Boza, Huarcaya Pardo, Mariscal Galiano, Orihuela
Iberico, Elías Iberico, Caller Iberico, Caller Salas y por supuesto sus
descendientes.
Francisco Miranda y
Vengoa fue actor y testigo de excepción en la historia del Cuzco del siglo XIX.
Presenció importantes sucesos: la llegada de Bolívar a Quito, la Independencia
de Ecuador, la batalla de Ayacucho, la Confederación Perú-Boliviana, las
guerras civiles y los cambios de Gobierno, etc.
Desde 1822 los
cuzqueños tuvieron la satisfacción de leer papeles impresos en esa ciudad,
primero fueron hechos en la imprenta de
campaña que llevó el Virrey La Serna. Con ella se imprimió, entre otros, El
Depositario, un periódico realista satírico, allí publicaría Miranda y Vengoa
sus primeros poemas y prosas. Francisco
Miranda y Vengoa
participará activamente en
casi todos estos periódicos fundados entre 1822 y 1835.
En política, fue
partidario del Mariscal don Agustín Gamarra, su accionar no se circunscribe al
Cuzco, don Francisco como periodista y letrillista viajó a Lima, y allí participó en reuniones literarias junto con
Ricardo Palma, José Pardo y Aliaga, Manuel Segura, Buenaventura Seoane, Manuel
de Mendiburu y otros, que menciona el mismo Ricardo Palma refiriéndose a que "allí
concurría don Francisco Miranda y Vengoa, periodista español, autor de muy
sabrosas letrillas”
Al hacer un parangón
entre la obra y vida de Francisco
Miranda y Vengoa, se observa que en su juventud fue exaltado realista - por sus
versos y prosas en El Depositario.
Después de capitulado de Ayacucho y ya vecino
del Cuzco su trabajo de periodista fue de madurez e identificación con
su nueva patria el Perú. A la par de su labor periodística los numerosos poemas
publicados evidencian en Miranda y Vengoa una época de fecunda creatividad literaria. Es en esta
época que publica sus numerosas "Fábulas
Políticas" y las poesías de
su inspiración romántica.
El accidente y necesaria convalecencia en la
mitad de su vida - año 1847-, lo alejaron de su estudio de abogado, pero al mismo tiempo le
permitieron escribir sus letrillas publicadas en El Comercio haciendo un análisis de las clases sociales y las profesiones.
Por último ya al final de su vida,
entra en su época mística, escribe poemas a Dios y pasa varios años escribiendo su obra
cumbre el poema épico religioso: El Golgotha o la Redención del género humano.
Don Francisco
Mariano Miranda y Vengoa fallece en el Cuzco en 1864. Fue enterrado en el
Cementerio General del Cuzco de la Almudena. En el nicho de este gran poeta se
lee el siguiente epitafio, escrito por él mismo días antes de morir:
“DÉBIL BAJEL
ES LA VIDA
DEL MUNDO
EN INQUIETA MAR;
Y UNICO
PUERTO SEGURO
LA FELIZ
ETERNIDAD”[12]
BIBLIOGRAFÍA
ARCHIVOS
AGMAS:
Archivo General Militar de América en Segovia
(España)
Expediente de Francisco
Miranda y Vengoa
Expediente del Gral. Juan de la Cruz Mourgeón y Achet
ADC: Archivo Departamental del Cuzco
Sección Manuscritos. Protocolos notariales,
siglo XIX
Sección: impresos y periódicos del Cuzco
BNP Biblioteca Nacional del Perú
Sección periódicos del Cuzco (siglo XIX)
LIBROS Y ARTÍCULOS
Cahuata, Fructuoso
Historia del Periodismo
Cusqueño. Época Republicana
Lima, 1990
Casos,
Fernando
Los amigos de Elena
París, 1874
Diccionario Histórico
Biográfico del Perú, siglos XV – XX
Lima: Editorial Milla
Batres, 1986
Holguín Callo, Oswaldo
Ricardo Palma y los
Bohemios
Lima: PUCP,
1994
Ibérico Miranda, Francisco
Miscelánea Cuzquense
Cuzco, 1926
Miranda y Vengoa, Francisco
El Golgotha o la Redención del género humano
Editado
por Mons. Isaías Vargas
Cuzco,
1958
Porras Barrenechea, Raúl
Antología del Cuzco
Lima, 1992
Ruzo, Isabel Z. de
"El Obispo don Manuel de Mollinedo y
Angulo,
Mecenas cuzqueño"
Revista del Instituto Americano de Arte
Tauro,
Alberto
Diccionario Enciclopédico
del Perú
Buenos Aires. Editorial Juan Mejía Baca, 1966
Villanueva Urteaga,
Horacio
Gamarra y la iniciación
republicana en el Cuzco
Fondo del Libro de los Andes. Lima, 1981
[1] Esta información y la de este capítulo ha sido obtenida en el
Archivo General Militar de América en Segovia, España (AGMAS)
[2] Expediente de licencia de casamiento de Francisco de Miranda Pablo,
Of. Mayor de la Contaduría de la Administración Prin. de la Renta del Tabaco
del Partido de Cádiz, con María del Rosario Martínez de Bengoa Verdún. Título
de la unidad: "Miranda Pablo, Francisco de", Archivo: Archivo
Histórico Nacional, Signatura: FC-Mº_HACIENDA,511,Exp.2292
[3] Testamento de Francisco Miranda Y Vengoa. (ADC Prot. Not. Julian
Tupayachi,1847)
[4] AGMAS. De su hoja de servicios presentada por su esposa para el
trámite de montepío.
[5] Nota curiosa se tiene al encontrar en los Archivos de Segovia una
carta de doña Rosario pidiendo a los
Reales Ejércitos, un puesto en el Regimiento de Dragones de Lima para su hijo
Alejandro Miranda y Martínez, concediéndosele un puesto sin destino a Ultramar.
[6] El Depositario No. 103. Cuzco,
1823
[7] Publicada en el Semanario Minerva del Cuzco, No. 21.
[8] Publicada en el diario El Peruano
(10 jul. de 1830)
[9] ADC. Protocolos Notariales, Escribano Julián Tupayachi. Cuzco, l847
[10] Publicada en forma de aviso en El Demócrata Americano, el
17.nov. de 1848
[11] Lo menciona su nieto Francisco Ibérico Miranda en Miscelánea
Cuzquense. Lima, 1926
[12] En Miscelánea Cuzquense de Francisco
Iberico, Lima 1926.
No hay comentarios:
Publicar un comentario